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Las caras del símbolo: el ícono y el ídolo
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Las caras del símbolo: el ícono y el ídolo

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Los símbolos son fundamentales para el hombre, nos dice Mauricio Beuchot, y subraya la necesidad de los mismos para la supervivencia del hombre como tal, para que éste pueda desarrollar lo que es su verdadera esencia. Partiendo del hecho de que el hombre es un ser que habita el mundo a través de símbolos, este ágil y atinado filósofo mexicano, desarrolla la concepción de la hermenéutica analógica, que nos presenta a través de estos importantes ensayos.

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"Habita el hombre poéticamente sobre la tierra", nos dice Heidegger, implicando que a través de la poesía y de los símbolos el hombre intenta integrar todas las dimensiones que lo constituyen a la realidad del mundo. A través de los símbolos el hombre encuentra su ubicación y traza sus coordenadas de orientación y pertenencia, puede tener cabida, como ese ser a la vez físico y espiritual que es, dentro del mundo. El símbolo participa de esta dimensión múltiple que es también la del hombre: tiene una pertenencia física y otra o, más bien diría, otras pertenencias espirituales. El símbolo es la casa habitación intelectual que permite al hombre vivir y pensar, sentir y desarrollarse, integrar su experiencia sobre la tierra y bajo el cielo. El símbolo le acerca al hombre -a su intuición, a su emoción, a su intelecto- esa vislumbrada e insondable orquestación que es la del cosmos.

A través del símbolo puede el hombre vivir plenamente dentro de este cosmos al que pertenece, porque es su análogo; puede vivir como hombre plenamente, y no exclusivamente como ese animal poseedor de un poco de razón, tecnología y habilidades de supervivencia física, en el que la sociedad tecnocrática quiere convertirnos actualmente.

El hombre sin símbolos vivos se ve sometido al peor de los despojos, pues no tiene manera de que le sean revelados sus misteriosos vasos comunicantes con el mundo; su privilegiada habitación en el Universo. No tiene manera de que le sea entregada su extraordinaria herencia espiritual. Sin símbolos no tendrá ni voz, ni manos para reclamarla. Vivirá como ciego y sordo respecto a la riqueza que encierra en sí mismo; vivirá sin su lenguaje espiritual. Será un mudo y analfabeta ente atenazado, completamente perdido en el sótano de la peor las inconsciencias.

Los símbolos son fundamentales para el hombre, nos dice Mauricio Beuchot, y subraya la necesidad de los mismos para la supervivencia del hombre como tal, para que éste pueda desarrollar lo que es su verdadera esencia. Partiendo del hecho de que el hombre es un ser que habita el mundo a través de símbolos, este ágil y atinado filósofo mexicano, desarrolla la concepción de la hermenéutica analógica, que nos presenta a través de estos importantes ensayos.

9786074874419

Ficha técnica

Autor
Beuchot, Mauricio
Editorial
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
ISBN
978-607-487-441-9
Año de edición
2013
No. de páginas
212
Encuadernación
Rústica
Colección
La Abeja de Perséfone