Siempre estás en la luna...
Los cuentos de esta antología nos muestran la eficacia de una de las leyes del género enunciadas por Poe: que en su brevedad se encuentre la razón de su intensidad. Todos son cuentos intensos pese a que sus temáticas sean muy diferentes. Pero unas historias y otras desde su diferencia comparten un mismo espíritu: las ganas de contar.